UNIDAD 3 RETROALIMENTACIÓN Y COMUNICACIÓN ASERTIVA


LA RETROALIMENTACIÓN Y LA COMUNICACIÓN ASERTIVA


La retroalimentación es parte del proceso de evaluación formativa en la que el docente brinda  información a su estudiante sobre su desempeño y los logros alcanzados con la finalidad de que el estudiante identifique los aspectos que ha alcanzado exitosamente y lo que aún queda por mejorar.

Una buena retroalimentación debe ser constructiva, el estudiante debe saber qué hizo bien y en qué puede mejorar y cómo. Debe ser comprensible, sea oral o escrita, la información dada por el docente tiene que ser breve, clara y enfocada en la tarea que se evalúa. Debe ser oportuna y constante, esto quiere decir que se da en el momento adecuado, para que el estudiante pueda tomar las medidas correctivas necesarias para mejorar su desempeño. La información proporcionada evalúa una acción pasada pero sirve para mejorar las acciones futuras.

Una buena retroalimentación sirve para promover la autoevaluación en la medida en que el estudiante puede reflexionar sobre su propio aprendizaje y sobre lo que está aprendiendo y cómo lo está aprendiendo. Favorece el aprendizaje autónomo, pues lo compromete de manera activa con su propio proceso de formación.

Es importante considerar que aunque la retroalimentación tiene el mayor impacto sobre la producción de las tareas, también tiene un fuerte impacto sobre las emociones por lo que pueden fomentar el aprendizaje o frustrarlo de acuerdo a cómo se comunique. Por esta razón no solo importa el contenido sino también la forma cómo se comunique este contenido para lograr un mejor resultado. Este proceso de comunicación debe ser asertivo.

Tobón afirma que la comunicación asertiva se refiere a la interacción con los demás expresando nuestros sentimientos y pensamientos con cordialidad, sin lastimar ni herir los sentimientos y derechos de las personas. Se deben valorar las competencias de los estudiantes con una comunicación clara, respetuosa y cordial en todo el proceso, no solo de retroalimentación, sino de evaluación. Para ello, es indispensable que se expliciten las maneras cómo serán evaluados los alumnos y lo que se espera de su desempeño. Para el docente la retroalimentación también es una oportunidad para brindar soportes cognitivos, afectivos, motivacionales de acuerdo a los resultados logrados y lo ayuda a incorporar las estrategias que permitan el logro de lo previsto.

Me parece muy valioso las sugerencias que Chaux da sobre cómo dar la retroalimentación, porque aunque parezcan evidentes, no las había considerado, quizás porque como sociedad estamos más enfocados en señalar los errores que en reconocer las fortalezas de las personas. Sus sugerencias son las siguientes:

· Iniciar con un comentario positivo para no generar una sensación negativa en el estudiante.
· Presentar lo negativo como algo que podría ser susceptible de mejorarse.
· Evaluar el proceso o el producto, nunca la persona. Este punto me parece muy importante, ya que he sido testigo de enormes injusticias en una institución educativa en la trabajé. En ocasiones, algunos docentes evaluaban no en base al desempeño, sino a la apariencia física de los estudiantes, lo que evidenciaba un problema lamentable de exclusión social o banalización de los criterios de evaluación en favor de ciertos aspectos físicos.

Algo que llamó mi atención es lo que Tobón menciona acerca del informa de evaluación que a los estudiantes se les debe entregar para comunicar los resultados de sus procesos de aprendizaje. No había oído de este término antes, sin embargo, creo haberlo experimentado como estudiante cuando cursaba primaria en un colegio alternativo. En la libreta de notas, cada docente escribía un breve comentario sobre mis desempeños en términos de logros y aspectos por mejorar, de esta manera sabía en qué debía esforzarme más y qué  había logrado con éxito. La estructura de este informe era muy sencilla. Tobón menciona también que un informe bien diseñado tiene efecto en las motivaciones del estudiante, en su autoconcepto, así mismo, ayuda a regular el aprendizaje y propicia la autoeficacia. En la lectura, se señala también que, según el documento del Sistema de evaluación para ser aplicado en los Diseños Curriculares básicos Nacionales, luego de la entrega del informe, el docente debe convocar a una entrevista a cada uno de los estudiantes para comunicarle el resultado de su aprendizaje con la finalidad del que estudiante pueda elaborar un plan de desarrollo. Esta entrevista además debe ser la oportunidad ideal para analizar con el estudiante el desempeño actual y los aspectos a mejorar, también da la oportunidad de identificar y comprender los sentimientos y actitudes de los estudiantes frente a su propio desempeño en su proceso de aprendizaje.

Suena lindo todo esto, pero la realidad es que cómo están concebidos los sistemas educativos y teniendo en cuenta la cantidad de estudiantes por aula que se asigna a un docente, resulta realmente imposible. Dónde identifico que se da algo parecido, en la formación artística. Si bien es cierto, desde mi experiencia como estudiante en una facultad de arte, solo los últimos cursos me entregaban una retroalimentación formal y profunda, sí es cierto que durante toda la carrera, en cada proceso de evaluación el estudiante recibía un feedback detallado de todo el jurado que estaba conformado por varios docentes. En la evaluación final, el jurado estaba conformado por todos los docentes de todos los cursos llevados durante el ciclo y se hacía un análisis exhaustivo de los resultados y los desempeños. Este proceso me era bastante natural; sin embargo, reconozco que la manera de comunicar de los docentes no siempre era muy asertiva, ya que en muchas ocasiones, los estudiantes salían llorando del jurado por las duras críticas que habían recibido o por comentarios que no se centraban en los productos realizados sino en el estudiante mismo, que terminaban convirtiéndose en un ataque directo hacia este, lo que generaba más tensión en aquellos que se encontraban en la cola esperando a ser evaluados.

A manera de conclusión

Reconocer claramente las características de la retroalimentación, su propósito y la manera de comunicarme asertivamente me ha ayudado a reflexionar mi propia práctica docente. Muchas veces la retroalimentación  que he ofrecido solo se ha enfocado en los aspectos negativos y no en apreciar los aspectos positivos que son sumamente valiosos. También me ha ayudado a recordar mis propias experiencias como estudiante desde el colegio hasta la universidad, para ver las diversas maneras con las que he sido evaluada, algunas mucho más significativas que otras. 

Las evidencias consultadas me han motivado a revisar con mayor cuidado la forma cómo voy a diseñar el proceso de retroalimentación para mis estudiantes con el objetivo de incentivarlos a mejorar y aprender y promover su autorregulación. 

De hecho, el saber ahora sobre cómo llevar a cabo el proceso de retroalimentación con una comunicación asertiva no solo me lleva a alcanzar un aspecto más de las competencias del curso, sino que de verdad me anima a investigar más sobre el tema, lo que me queda como una tarea pendiente. 

Evidencias revisadas
Anijovich, R. (2014). Sobre la retroalimentación. Fragmento de la presentación de la evaluación de los aprendizajes. Diploma Superior en Constructivismo y Educación, FLACSO. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=ylB6oU9O-1g
Valdivia, S. (2014). ¿Qué es la retroalimentación en la docencia? - PUCP. Instituto de Docencia Universitaria. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=7V5h4cvVgBY
Lectura: Evaluación asertiva para la realimentación y comunicación en elproceso de evaluación del aprendizaje.



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