A pesar de que en la actualidad, muchas instituciones educativas están intentando implementar un aprendizaje basado en competencias y, por consiguiente, centrado en el estudiante, aún no se abandona el sistema evaluativo que proponen los paradigmas más tradicionales; paradigmas que toman en cuenta únicamente las calificaciones de tipo cuantitativo y que se concibe como un medio de control donde prima la evaluación de contenidos conceptuales y solo interesan los resultados finales.
Es importante entender que el proceso de evaluación está totalmente vinculado con el proceso de aprendizaje, por lo que no se puede hablar de un aprendizaje por competencias si la evaluación no responde a ese nuevo esquema, pues deben estar totalmente integrados.
Para evaluar por competencias, es necesario planificar el proceso de evaluación tomando en cuenta el perfil de egreso de los estudiantes. Con este perfil se puedan construir los instrumentos más adecuados y se pueden elegir las mejores estrategias para fomentar el desarrollo de esas competencias y evaluar bajo criterios de desempeño e indicadores que permitan una evaluación auténtica.
Es importante entender que el proceso de evaluación está totalmente vinculado con el proceso de aprendizaje, por lo que no se puede hablar de un aprendizaje por competencias si la evaluación no responde a ese nuevo esquema, pues deben estar totalmente integrados.
Para evaluar por competencias, es necesario planificar el proceso de evaluación tomando en cuenta el perfil de egreso de los estudiantes. Con este perfil se puedan construir los instrumentos más adecuados y se pueden elegir las mejores estrategias para fomentar el desarrollo de esas competencias y evaluar bajo criterios de desempeño e indicadores que permitan una evaluación auténtica.
La evaluación por competencias es un proceso que permite múltiples formas de medición del desempeño de los estudiantes con el propósito de determinar el nivel de dominio de una competencia bajo criterios consensuados y evidencias que establecen los logros y los aspectos a mejorar de manera continua. Una medición adecuada permite recoger información del aprendizaje, los logros, las motivaciones y las actitudes en relación a las actividades realizadas durante todo el proceso.
Pero cómo diseñar un proceso de evaluación, qué elementos son los que debemos articular en el proceso de evaluación. Mencionamos evidencias, criterios de evaluación, indicadores y demás términos, pero a qué se refiere cada uno de ellos. Es importante definir todos los elementos que implica la evaluación para comprender cómo debemos integrarlos entre sí. A continuación, detallo algunos conceptos definidos en grupo a partir de las referencias consultadas en la semana.
1. Si centramos el aprendizaje en el desarrollo de competencias, entonces es necesario definir qué es competencia. Las definiciones abundan, sin embargo, podemos articular una definición basándonos en las ya existentes y podemos definir competencia como la capacidad de articular y movilizar recursos personales, cognitivos, no cognitivos y del entorno para actuar eficazmente y responder con éxito a una demanda, tarea o situación en un contexto particular. Una competencia supone la combinación de conocimientos, habilidades, actitudes y valores que convergen en un momento determinado para solucionar un problema.
2. Para evaluar las competencias, nos podemos basar en las evidencias. Estas son los productos o pruebas manifiestas del aprendizaje que se recogen a lo largo de todo el proceso con la finalidad de demostrar y verificar que se están alcanzando las competencias propuestas. Estas evidencias pueden recoger información sobre el saber, el hacer, las actitudes y los productos realizados por los estudiantes.
En primer lugar, tenemos las evidencias del saber que determinan la forma como un estudiante se enfrenta a un problema (argumenta, interpreta y propone) y la relación con el conocimiento que usa para ello (conceptos, procedimientos, técnicas).Estas evidencias se pueden recoger mediante textos escritos y organizadores visuales.
En segundo lugar, están las evidencias del hacer. Este tipo de evidencias evalúan cómo el estudiante ejecuta ciertos procedimientos para llegar al objetivo. La observación y registro constante y riguroso por parte del docente se vuelven una herramienta necesaria. Estas evidencias se pueden observar mediante las habilidades manuales o expositivas de los estudiantes en las que se manifiesta su capacidad para resolver problemas.
En tercer lugar, están las evidencias de actitud. Hacen referencia a los comportamientos y al grado de interiorización del estudiante de valores o normas y de su propio proceso de aprendizaje. Para recoger estas evidencias se pueden utilizar registros de participación, reflexiones cotidianas y análisis en un diario de aprendizaje o en alguna clase de documento escrito.
Finalmente, las evidencias de producto que son la presentación de productos de proceso o productos finales que evidencian el logro de los aprendizajes de los estudiantes teniendo en cuenta tanto los criterios de desempeño y el marco de significación profesional. Estas evidencias se puede registrar mediante portafolios, resolución de casos, proyectos, creación de diversa naturaleza en diferentes áreas.
3. Con estas evidencias se hace necesario señalar ciertos criterios de evaluación para verificar la calidad de los resultados y el grado de aprendizaje que el docente espera que se logre en sus estudiantes. Los criterios son definidos por el docente. Es necesario que sean contextualizados según las necesidades y características de los estudiantes.
4. Una vez definidos los criterios de evaluación, se definen los indicadores de evaluación. Estos hacen referencia a manifestaciones observables que evidencian el aprendizaje de los estudiantes. Deben ser secuenciales y consecuentes con los criterios de evaluación. Se componen de una acción, que se refiere a la habilidad que demuestra el estudiantes; un contenido, que se refiere al tema sobre lo que se aplica la acción; y una condición, que se refiere a cómo se llevará a cabo la realización.
5. Una vez definidos los indicadores, el docente debe elegir las técnicas de evaluación que son el conjunto de procedimientos y actividades de distinta naturaleza que deben ser seleccionados según las necesidades y características de los estudiantes. Las técnicas permiten que se demuestre el aprendizaje con la intención de valorarlo y compararlo según los criterios e indicadores que deben alcanzarse.
6. Y para recoger lo mejor posible la información sintetizada sobre el aprendizaje, tenemos los instrumentos de evaluación que son el medio por el que se conducen los procedimientos y actividades. Deben ser variados, complementarios y deben ser aplicados en el momento preciso para que se pueda capturar de manera natural el proceso de aprendizaje de acuerdo con los propósitos definidos.
Para seleccionar los mejores instrumentos es necesario tener en cuenta el tipo de contenido a evaluar, tanto a nivel conceptual, procedimental y actitudinal. Se deben tener en cuenta las características de los estudiantes, las áreas de aprendizaje en las que se aplicarán estos instrumentos y, finalmente, el grado de coherencia entre la evaluación y lo aprendido por el estudiante para verificar el logro alcanzado.
Entre los instrumentos de evaluación usados podemos encontrar las listas de cotejos, las escalas de estimación (autoevaluación y coevaluación), los registros anecdóticos, los diarios de aprendizaje, portafolios, rúbricas, plan de desarrollo, plan de seguimiento y muchos más.
A manera de conclusión:
Como se puede observar, todo este conjunto de elementos de la evaluación deben estar perfectamente articulados para poder desarrollar un proceso de evaluativo legítimo y acorde a un aprendizaje realmente centrado en el estudiante. Y se hace evidente entonces que la evaluación no se trata de momentos específicos del proceso de aprendizaje, sino que es parte de este proceso de comienzo a fin y no puede tomarse como eventos aislados, sino como un todo integrado.
La revisión de todas las evidencias consultadas y sobre todo las detalladas en esta reflexión me han ayudado a reflexionar la manera cómo intuitivamente he implementado el sistema de evaluación de mi curso y me han dado las pautas para comenzar a rediseñar ese sistema para lograr una evaluación auténtica que esté alineada a un aprendizaje basado en competencias y centrado en el estudiantes y su aprendizaje.
Conocer paso a paso cómo se construye un sistema de evaluación auténtico basado en el aprendizaje de competencias me ha ayudado a comprender la complejidad de la evaluación y esta comprensión me va a ser de mucha utilidad para comenzar a implementar ahora, de manera consciente, una evaluación auténtica.
6. Y para recoger lo mejor posible la información sintetizada sobre el aprendizaje, tenemos los instrumentos de evaluación que son el medio por el que se conducen los procedimientos y actividades. Deben ser variados, complementarios y deben ser aplicados en el momento preciso para que se pueda capturar de manera natural el proceso de aprendizaje de acuerdo con los propósitos definidos.
Para seleccionar los mejores instrumentos es necesario tener en cuenta el tipo de contenido a evaluar, tanto a nivel conceptual, procedimental y actitudinal. Se deben tener en cuenta las características de los estudiantes, las áreas de aprendizaje en las que se aplicarán estos instrumentos y, finalmente, el grado de coherencia entre la evaluación y lo aprendido por el estudiante para verificar el logro alcanzado.
Entre los instrumentos de evaluación usados podemos encontrar las listas de cotejos, las escalas de estimación (autoevaluación y coevaluación), los registros anecdóticos, los diarios de aprendizaje, portafolios, rúbricas, plan de desarrollo, plan de seguimiento y muchos más.
A manera de conclusión:
Como se puede observar, todo este conjunto de elementos de la evaluación deben estar perfectamente articulados para poder desarrollar un proceso de evaluativo legítimo y acorde a un aprendizaje realmente centrado en el estudiante. Y se hace evidente entonces que la evaluación no se trata de momentos específicos del proceso de aprendizaje, sino que es parte de este proceso de comienzo a fin y no puede tomarse como eventos aislados, sino como un todo integrado.
La revisión de todas las evidencias consultadas y sobre todo las detalladas en esta reflexión me han ayudado a reflexionar la manera cómo intuitivamente he implementado el sistema de evaluación de mi curso y me han dado las pautas para comenzar a rediseñar ese sistema para lograr una evaluación auténtica que esté alineada a un aprendizaje basado en competencias y centrado en el estudiantes y su aprendizaje.
Conocer paso a paso cómo se construye un sistema de evaluación auténtico basado en el aprendizaje de competencias me ha ayudado a comprender la complejidad de la evaluación y esta comprensión me va a ser de mucha utilidad para comenzar a implementar ahora, de manera consciente, una evaluación auténtica.
EVIDENCIAS:
- Conclusiones del foro de la unidad I
- Conclusiones del foro de la unidad II
- Ministerio de Educación (2010). Sistema de evaluación para ser aplicada en los diseños curriculares básicos nacionales. Dirección de Educación Pedagógica. Área de formación inicial docente. http://www2.minedu.gob.pe/digesutp/formacioninicial/wp-descargas/2010/Sistema_de_evaluacion_de_aprendizajes.pdf
- DRIVE GRUPAL Definiendo algunos conceptos
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