LAS RÚBRICAS
¿Por qué evaluar mediante una rúbrica? ¿Por qué es tan útil este instrumento de evaluación? ¿Para qué sirve al docente de educación superior? ¿Cuándo se puede usar? ¿Cómo diseñar una rúbrica? Estas son algunas de las preguntas que suelen surgir cuando oímos hablar de este instrumentos de evaluación.
A continuación se presenta un mapa conceptual que resume en gran medida todo lo que explicaré detalladamente acerca de las rúbricas.
Parecen ser muchos los beneficios de esta herramienta, pero en realidad ¿es así? Hace ya algunos años, recibí un curso de capacitación docente sobre la evaluación de los aprendizajes. Fue durante este curso que por primera vez veía la infinidad de instrumentos de evaluación (y es que claro, no soy docente de formación, pero me apasiona la educación) y quedaba realmente sorprendida de la utilidad que algunos de estos podían tener. Con ayuda de la persona encargada diseñé una rúbrica para el proyecto final de mis estudiantes y comencé a aplicarla ese mismo ciclo. Los resultados fueron inmediatos: me llevó menos tiempo corregir los proyectos. Pude dar una mejor retroalimentación a mis estudiantes, se eliminaron varios elementos intuitivos y subjetivos al calificar y pude afinar estándares para determinar lo aceptable de lo inaceptable de sus desempeños.
A continuación se presenta un mapa conceptual que resume en gran medida todo lo que explicaré detalladamente acerca de las rúbricas.
Parecen ser muchos los beneficios de esta herramienta, pero en realidad ¿es así? Hace ya algunos años, recibí un curso de capacitación docente sobre la evaluación de los aprendizajes. Fue durante este curso que por primera vez veía la infinidad de instrumentos de evaluación (y es que claro, no soy docente de formación, pero me apasiona la educación) y quedaba realmente sorprendida de la utilidad que algunos de estos podían tener. Con ayuda de la persona encargada diseñé una rúbrica para el proyecto final de mis estudiantes y comencé a aplicarla ese mismo ciclo. Los resultados fueron inmediatos: me llevó menos tiempo corregir los proyectos. Pude dar una mejor retroalimentación a mis estudiantes, se eliminaron varios elementos intuitivos y subjetivos al calificar y pude afinar estándares para determinar lo aceptable de lo inaceptable de sus desempeños.
Luego de releer el texto de Ángeles Blanco y revisar los videos sobre rúbricas de esta semana, siento que he ido dando grandes pasos en mi práctica docente. Cada ciclo, he afinado las rúbricas para ajustarlas mejor a los proyectos que pedía a mis estudiantes, he interiorizado también cómo aplicarlas y cuáles son los beneficios de ese proceso. Hoy, que reviso mis rúbricas pasadas, me causa gracia la manera cómo comencé a definir los rangos y los descriptores, los criterios, los pesos, etc. De hecho, de las primeras rúbricas a las de ahora puedo percibir un avance. El diseñar una rúbrica no es una tarea sencilla, si no se tiene práctica; pero a pesar de su complejidad, el resultado de una buena rúbrica realmente hace una diferencia en la manera cómo evaluamos el aprendizaje de nuestros estudiantes y con la práctica el proceso de diseño se vuelve cada vez más fácil.
Pero ¿qué es una rúbrica?, como lo explico en el mapa y según las evidencias consultadas, es un instrumentos de evaluación alternativo que conduce a una evaluación auténtica. Puede utilizarte para evaluar de manera sumativa o formativa. Puede evaluarse con ella una gran variedad de tareas como portafolios, proyectos, ensayos, exposiciones, investigaciones, trabajos grupales, entre otros.
En cuanto a los estudiantes, las rúbricas resultan útiles porque promueven su aprendizaje, ya que se les da la oportunidad de conocer de antemano los criterios con lo que serán evaluados y saber lo que se espera de su desempeño. También lo hace tomar consciencia de sus logros y lo que aún queda por mejorar, lo que lo ayuda a autoevaluarse y autorregularse.
En cuanto al docente, una rúbrica ayuda a reducir el tiempo de corrección de los trabajos; por su diseño, permite una retroalimentación detallada e inmediata de los logros alcanzados; y fija estándares de calidad para la presentación de los trabajos, lo que evita en gran medida las subjetividades y te concentra en evaluar lo relevante de forma más precisa.
¿Cuando usar una rúbrica? eso dependerá del objetivo y la tarea de aprendizaje. No tendría mucho sentido elaborar una rúbrica por cada tarea asignada, teniendo en cuenta que suelen ser varias a los largo de un ciclo. En mi caso, suelo usarlas para proyectos de alta complejidad en los que se requiere que los estudiantes alcances una serie de objetivos y niveles de desempeño que me permitan evaluar no solo de manera cuantitativa sino también de manera cualitativa el proceso de sus aprendizajes.
Para tales fines suelo diseñar una rúbrica de tipo analítica, pues son muy prácticas para evaluar procesos, fases o componentes de un proyecto o producto. También me permiten un alto grado de retroalimentación y son útiles para hacer un diagnóstico del proceso de aprendizaje. También es flexible con los pesos de cada criterio, ya que por su diseño, se pueden asignar pesos distintos según el grado de complejidad de los niveles de desempeños que se van a evaluar.
Para diseñarla, primero se deben tener claros los objetivos de la evaluación, uno debe preguntarse ¿cuál es el resultado de aprendizaje que deseo que mis estudiantes alcancen con determinada tarea?, para ello, se deben tomar en cuenta tanto el contexto como la relevancia de la tarea asignada. Con esta información clara, se empieza a consignar en una matriz los criterios que son los aspectos básicos relevantes que se van a evaluar en el trabajo. Se establecen los niveles de desempeño con los que se va a evaluar la calidad del aprendizaje. Dentro de los niveles podemos distinguir los rangos que pueden ser medido en las siguientes categorías como ejemplo: Excelente, bueno, regular y deficiente. Para cada uno de esos rangos se elaboran los descriptores, que son el listado de condiciones óptimas en relación con los rangos establecidos. Luego de ello, se asignan los pesos para cada criterio y los puntajes por cada rango.
Presento a continuación el diseño de la rúbrica del proyecto final de mis estudiantes para este periodo académico para su evaluación.
Esta rúbrica, como puede observarse, mide no solo la propuesta visual, sino el proceso de reflexión personal e investigación del entorno. El trabajo es grupal, por lo que adicional a la rúbrica, los estudiantes se coevalúan para medir el grado de colaboración y de aporte durante todo el proceso.
Esta rúbrica ha sido diseñada, con sus aciertos y desaciertos, teniendo en cuenta la necesidad de evaluar a mis estudiantes de manera más precisa y dar una mejor retroalimentación, también tiene la intención de que sirva como acompañamiento y guía de mis estudiantes para que se autorregulen y reflexionen de manera autónoma la evolución de su aprendizaje.
Esta rúbrica ha sido diseñada, con sus aciertos y desaciertos, teniendo en cuenta la necesidad de evaluar a mis estudiantes de manera más precisa y dar una mejor retroalimentación, también tiene la intención de que sirva como acompañamiento y guía de mis estudiantes para que se autorregulen y reflexionen de manera autónoma la evolución de su aprendizaje.
A continuación presento la retroalimantación y los comentarios y realizados por mi compañera Nelly de la Piedra.
A manera de reflexión:
En clase, también tuve la oportunidad de recibir algunas sugerencias y comentarios de varios compañeros, pero entre todos los comentarios recibidos lo rescato en mayor medida es que esta rúbrica podrá ser validada a partir de su puesta en práctica con mis estudiantes y que este proceso me ayudará a observar qué en ella está funcionando bien y qué no para poderlo modificar.
Es interesante saber que los instrumentos que elaboro para evaluar pueden ser validados en la práctica y que son susceptibles de poder mejorarse constantemente. El reconocer esta posibilidad me hace reflexionar sobre la labor que tenemos como docentes de renovar, modificar, repensar nuestras propias prácticas. Pues como en toda profesión es indispensable una revisión sistemática de nuestros propios actos, más aún como docentes, pues día a día nos enfrentamos a grupos diferentes de estudiantes con diferentes formas de aprendizaje e inquietudes que nos recuerdan que el enseñar y aprender son procesos dinámicos y en constante cambio. El diseñar e implementar un sistema de evaluación acorde con el aprendizaje de competencias no significa que se ha culminado con el proceso de evaluar, pues este es un proceso que debe ser revisado y modificado cada cierto periodo para poder mantener su relevancia y autenticidad.
EVIDENCIAS:
Blanco, A. (2007). VIII. Las rúbricas: un instrumento útil para la evaluación de competencias. La enseñanza universitaria centrada en el aprendizaje. Universidad Complutense de Madrid.
Franco, A. (2009). Rúbricas. Programa de Psicología. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=VcjxcFqi8U4
López Carrasco, M.A. (2013). Los siete pasos para construir una rúbrica. Capítulo 9 del libro "Aprendizaje, competencias y TIC. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=yYOxrbpZHe0
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